martes, 3 de febrero de 2009

Milk - Estreno queer con nominaciones a los Premios Oscar.




http://www.apple.com/trailers/focus_features/milk/

Milk
(EEUU / 2008 – 128 min)
Dirección. Gus Van Sant
Intérpretes: Sean Penn, Josh Brolin, James Franco, Diego Luna

Nominada para los premios más importantes de la Academia de Hollywood. incluyendo mejor película, actor, director y guión, Milk seguramente se irá casi con las manos vacías (su Oscar más probable es el de Sean Penn). Pues ya sabemos que más allá de lo políticamente correcto y los aires de libertad ideológica, el conservadurismo imperante en la industria cinematográfica americana jamás premia a las minorías sexuales. Ya quedó claro con Secreto en la montaña algunos años atrás.
Gus Van Sant, homosexual declarado, es un director que se siente tan cómodo en filmes casi experimentales como Elefante (2003), Last Days (2005) y Paranoid Park (2007) como en el cine más masivo y popular cuyo ejemplo más claro es En busca del destino (1997) o la inútil remake de Psicosis (1998). En Milk opta por un camino intermedio, rodeado de actores famosos y un presupuesto acorde al proyecto, ofrece un biopic accesible al gran público sin desmerecer el producto final y guardando respeto por lo que se quiere decir. O sea...llegar a la masa sin bastardear el mensaje.
Lo que se cuenta en la película es absolutamente real y el personaje principal así como su entorno pertenecen a la historia política de los EEUU. Harvey Milk fue el primer homosexual declarado en acceder a un puesto político mediante elecciones abiertas en un estado del territorio americano. El film narra sus últimos años a partir de la apertura de un local en el barrio Castro de San Francisco, una especie de ghetto gay donde confluían desde artistas, poetas, músicos y libre pensadores y donde se respiraba aire puro lejos de las persecuciones y represalias de la época (hablamos de los años 70), hasta su asesinato ocurrido en 1978.
Milk se autoproclama líder del movimiento pro defensa de los derechos de los homosexuales y comienza de a poco a hacer sentir su voz en la prensa grafica y en los medios audiovisuales, logrando insertarse pese a las reservas iniciales en la conservadora e intolerante política imperante. Con los años y luego de varias derrotas, finalmente Harvey Milk gana las elecciones locales y logra un puesto en el distrito de California. Pero su llegada es resistida por ciertos sectores y finalmente es asesinado junto a su patrocinador por un supervisor celoso de sus logros.





El logro del film consiste en alejar la figura de Milk de cualquier entronización o endiosamiento, una elección ideológica que lo aleja del melodrama y de lo facilista mostrando a un ser con contradicciones y con debilidades. Van Sant elige centrarse más en la figura obstinada, digna, leal y solidaria, pero no heroica y alejada de la realidad, lo que le hubiera restado mérito y credibilidad a la hora del mensaje final. Asimismo el registro documental con archivos de la época ingeniosamente insertados le otorga al film una veracidad que acompaña el devenir de los hechos.
Hablábamos anteriormente de Sean Penn, un actor que ennoblece cada film en el que participa. Su trabajo aquí es maravilloso. Pleno de matices y lejísimos de cualquier estereotipo, convence y conmueve en cada plano. Penn es el artífice principal para que la película pegue donde tiene que pegar. Van Sant demuestra un gran dominio en la conducción de actores rodeando a su estrella de un elenco sobresaliente en el que se destacan Josh Brolin y James Franco, como el amante comprensivo pero deseoso de una vida más apacible.
Un film altamente recomendable.-

Movieman

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