sábado, 1 de febrero de 2014

DISCOS BRUTUS FEBRERO



Una década atrás el flamante sello independiente LOS AÑOS LUZ se proponía editar una serie de artistas que de a poco se vislumbraban como el recambio generacional de la escena argentina del nuevo milenio, entre esos desconocidos figuraban: LUCAS MARTÍ, que venía de separar A TIRADOR LASER, otro desconocido que en los 80s había sido parte de un grupo llamado INSTRUCCIÓN CÍVICA, un tal KEVIN JOHANSEN junto a su grupo THE NADA, y un joven rionegrino que tímidamente desembarcaba en Buenos Aires con sus canciones de tristeza patagónica de nombre LISANDRO ARISTIMUÑO. Si tenemos en cuenta que dos de esos tres artistas diez años después son dos de los solistas más reconocidos de la Argentina, podríamos asegurar que LAZ tuvo ojo de lince.

Lisandro Aristimuño nació en Viedma, Río Negro, el 26 de octubre de 1978. Su infancia trancurrió entre la capital rionegrina y Luis Beltrán, un pueblo ubicado en el corazón de la provincia norpatagónica.

"Trilogía" es una reedición de sus tres primeros discos editados originalmente por LOS AÑOS LUZ DISCOS, pero ahora editados en una cuidadosa edición de tres cds bajo el propio sello discográfico de Lisandro llamado VIENTO AZUL.

A fines de 2001 Lisandro se instaló en Buenos Aires, donde empezaron a madurar las canciones de su primer disco, "Azules Turquesas" (2004, Los Años Luz Discos) un disco ecléptico y maravilloso en donde el folklore y los trips electrónicos conviven en armonía. La tristeza de "Tu nombre y el mío" y "Sun" es como si RADIOHEAD se animara al folklore. Influencias de Luis Alberto Spinetta en la rockera "Tres días", o la bellísima "Canción de amor" que nos traslada a los paisajes patagónicos en cada verso y cada acorde.

En 2005 sale a la venta su segundo álbum, "Ese asunto de la ventana" (Los Años Luz Discos). Un álbum más extenso que si bien continúa la linea de su debut, el éxito de éste le hace pegar el salto y contar con participaciones especiales de Kevin Johansen, Mariano Fernández (Me darás mil hijos), Alejandro terán (cuarteto cuerdas) y el arte de tapa a cargo de la fotógrafa Nora Lezano. "La última prosa" es el tema elegido como primer corte del disco y se anima a un video experimental para difundirlo. Ritmo de chacarera y arreglos de jazz fusión hacen de "En mí", una genialidad. La balada "Vos" (quiero besar tu mirada, antes que cierres los ojos, quiero besarte dormida y desprtarme en tu boca) es una preciosura increible. Lo mismo que "Anochecer", ese alegre carnavalito con Kevin Johansen en la segunda voz. Aires de bossa nova en "Blue" y más genialidad para un clásico de sus shows "El árbol caído".





Dos años más tarde, completando la trilogía editada por Los Años Luz, presenta 39º (2007). El álbum cuenta con voces invitadas de Liliana Herrero, Cristóbal Repetto y Mariana Baraj, y arte de tapa nuevamente a cargo de la fotógrafa Nora Lezano. La hermosa "Me hice cargo de tu luz" no puede ser mejor para abrir el disco, la tristeza de esos claps mezclados con los vientos y las cuerdas son perfectos. Lo mismo que "Pluma" (en un dado de papel de armar me dibujarás hoy, la montaña se cubrió de barniz. Ya no llueve más, hay olor a flor y a tierra mojada, me decido a ser pluma en tus manos). Otro gran momento resulta "El plástico de tu perfume" con la voz adicional de Liliana Herrero. Pero es sin dudas "El beso" una de las mejores canciones de Lisandro, esa descripción de las sensaciones que le despiertan ver el cuadro de Gustav Klimt es maravillosa. Pero para sorpresa "El Buho", nos depara lo mejor del álbum, casi un relato autobiográfico del provinciano que llega a la gran ciudad buscando un porvenir mejor, y voz invitada del tanguero Cristóbal Repetto no podía ser ás acertada. Es tan así que el reconocido guionista, productor y director de cine estadounidense Francis Ford Coppola utilizo la canción para el soundtrack de su pelicula "Tetro" (2009).

Una buena manera de tener toda la obra de uno de los artistas más geniales de este lado del mundo, casi imprescindible si son amantes de la buena música en todos sus estilos.

Trilogía
LISANDRO ARISTIMUÑO











Uno no espera mucho de un disco de Britney Spears. Tal ves un par de singles decentes para mover la patita y rememorar entre trago y trago en la madrugada de un sábado a la noche cuanto tiempo ha pasado desde la primera vez que la escuchamos. En lo personal debo reconocer que desconozco el motivo por el cual 15 años después y habiendo perdido hace tiempo esa chispa que la hacía sonar como una come hombres y a la vez como la más inocente de la clase, sigue en la industria musical. No obstante he aquí su ¿esperado? octavo álbum, titulado "Britney Jean", tal cual su nombre completo. 
Durante las semanas previas a su salida se lo promocionaba como su disco más personal e intimista, ante lo cual y con el nombre de William Orbit sonando entre los productores muchos nos aventuramos a vislumbrar un posible "Ray of Light" (MADONNA), pero grande fue nuestra sorpresa cuando finalmente pudimos hacernos con el álbum y descubrir que nuestras apuestas habían sido cuando mucho ambiciosas.
Podríamos pasar horas culpando a Will.I.Am como se ha encargado de hacer (a escondidas, claro está) la prensa especializada, pero vamos a tratar de analizar cada canción sin caer en ese charco, aunque no podemos prometer nada.
"Alien" es la encargada de abrir el disco. Una canción a medio tiempo con una base electrónica que huele retro mientras Britney, auto tune mediante canta acerca de sentirse una extraterrestre y como tuvo que aprender a adaptarse, o al menos lo intenta a diario si hacemos un paralelismo entre la letra y su fama y consecuencias.
"WorkBitch", que fue el primer single hubiera sido un bombazo en otra interprete, pero no en esta Britney modelo 2014. El sonido EDM de los SwedishHouse Mafia, productores del track sería novedoso, si tan sólo hubiera salido tres años atrás. Hoy suena a manotazo de ahogado de un movimiento que está en retroceso. La pronunciación de Britney con un relajado acento inglés es lo mejor del single.
"Perfume" es una gran balada, escrita por la gran Sia, en ella Britney canta sobre un tórrido triángulo amoroso mientras deja todo en esta canción, al punto en que su voz suena como sonaba allá por 1999 (se me escapa una lagrima, perdón).
"It Should Be Easy" y "Body Ache" son lo mejor del disco, o lo más rescatable con su sonido dance con pizcas bien noventosas, alguno de ellos debería ser el próximo single si es que aun quieren rescatarlo de las garras del sector de ofertas de Itunes. Inentendible el dúo con su hermana Jamie en "Chillin Whit You", al punto en que no sabemos cómo quedó dentro del disco. 

"Passenger" es otra bocanada de aire noventoso, y es justo ahí donde debería haber cerrado el disco, y no dejarnos librados al penoso "Don`t Cry". Es sin lugar a dudas el disco más flojo de Britney, y el error de haber dejado todo en manos de Will.I.Am (prometí no culparlo pero tenía los dedos cruzados, sepan entender) le está costando caro, sobre todo a Jive Records, que no está viendo (ni verá) un solo centavo en mucho tiempo por la venta de este álbum. Britney mientras tanto sigue ajena a todo, demasiado ocupada con su show en Las Vegas como para enterarse de semejante fracaso. ¿Su música? Bien, gracias. 

Britney Jean
BRITNEY SPEARS











"Loud Like Love" es el nombre del séptimo álbum de la banda inglesa Placebo. El disco fue grabado y producido por Adam Noble y contiene en total 10 tracks de desparejo encanto.
El disco fue lanzado a nivel mundial el 16 de septiembre de 2013 y vendrá acompañado de una gira denominada PEACE & LOUD LIKE LOVE, que el próximo mes de abril los traerá nuevamente a la Argentina.

Brian Molko estaba trabajando originalmente en el material para un posible álbum solista, y escribió para ello varias canciones que más tarde terminarían en "Loud Like Love". La banda entró en el estudio de grabación para grabar algunos singles, pero luego comenzó a grabar más y más material que al final tenían un álbum completo.

El disco gira en torno al tema del amor, en todas las diferentes formas: romance, felicidad y también la angustia. El tema que abre el disco es precisamente el que le da nombre al álbum, "Loud Like Love", un bonito powerpop de tintes alegres pero oscuro. Le sigue "Scene of the Crime", un temazo que comienza con palmas flamencas y que luego va mutando a un rock plagado de teclados dramáticos que refuerzan la voz de la vocalista Brian Molko. "Too Many Friends" su primer sencillo, habla de la gente que pasa su tiempo en internet y llegan a ser mucho más cercanos de los cientos de amigos en Internet que fuera de la computadora, una balada que es de lo más flojo del disco. El video fue filmado en Los Ángeles, y es la primera colaboración entre Placebo y el novelista estadounidense Bret Easton Ellis.
La balada "Hold On To Me", es uno de los mejores momentos del disco, la línea de guitarra circular es a la vez una reminiscencia de la nueva ola de los años 80. "Rob the Bank" no es algo trascendental, pero "A Million Little Pieces" es gloriosa, recuerda a "Sleeping With Ghosts", es una mezcla perfecta de piano, lirismo y la voz de Molko, en un ambiente oscuro y placentero. La extensa "Exit Wounds", es el punto más oscuro del todo el disco, en donde la influencia de The Cure se cuela por las fibras de la canción. El rock and roll llega de nuevo con "Purify" y sirve como una melodía sencilla clave entre las dos canciones anteriores y las dos últimas pistas del álbum. "Begin the End", es una hermosa canción que debería haber cerrado correctamente el álbum. Se necesita un enfoque más suave hasta el final de una relación: "No malinterpretar / o comprender mal / No hay nada / no hay fortaleza para defender / y esta noche es la noche en que comenzamos / el final". El álbum cierra con la exagerada y extensa "Bosco", que si bien no es mala, es demasiado ambiciosa y cansadora.  

Tal ves no estemos escuchando el mejor disco de PLACEBO, pero definitivamente es bastante mejor que "Battle for the Sun", su disco anterior. Solo resta esperar unos meses para saber como suenan esas canciones en vivo. 

Loud Like Love
PLACEBO











Los primeros dos discos de Katy Perry habían tenido sus grandes momentos, pero tenían un pequeño problema; querían agradarles a todo el mundo, grandes y chicos por igual, lo cual hacía que termináramos por mirarla de costado (no queremos ni acordarnos del video de California Girls, por Dios que no). Con "Prism" demuestra que quiere entrar a las grandes ligas. O al menos acercarse a golpear la puerta a ver s la dejan entrar.
El disco comienza con "Roar", ese himno para superar rupturas recientes a fuerza de un poderoso coro y un ritmo imbatible de esos que terminas cantando hasta cuando te estas duchando. ¿Seguiremos pensando en el tontuelo de Russell Brand, querida Katy? No importa demasiado. Sigue "Legendary Lovers", mezcla de cánticos y ritmos orientales que por momentos parecen mala idea pero llevan la canción a buen puerto. Llega "Birthday" y no podemos dejar de pensar en que es la hermana tonta de "Last Friday Night", pero al menos es divertida y pícara (sé que te gusta lo dulce/ así que podés tener tu torta/ te voy a dar algo para celebrar). "Walking On Air" hubiera sonado muy bien en el verano de 1995, pero está tan bien realizada que no desentona (¿los noventa están volviendo y no queremos darnos cuenta?). 

"Unconditionally" es una balada inmensa, sentida y que se vuelve épica a los 2:40 minutos. Es una pena que haya fracasado como segundo single. Es quizás el mejor lento que haya grabado Perry (casi empatando con Thinking of You de su primer disco).  Le sigue "Dark Horse", que es la contracara de TeenageDream. Aquí Katy te está advirtiendo que si te metes con ella vas a sufrir las consecuencias de consumir semejante droga, va a venir por vos y puede que no sea lo que estás dispuesto a aguantar. Después de semejante seguidilla de grandes canciones cuesta asimilar "This Is How We Do" y ni hablar de "International Smile", pero sirven si se quiere de respiro o bien que para eso Dios creó el botón FORWARD para pasarlos y a otra cosa. "Ghost" es pareja y consistente (Y ahora eres solo un fantasma/ retrocediendo en el tiempo/ nunca hubiera creído que fueras tan frío) ¿seguiremos hablando de…? "Love me" es una declaración de principios y quizás su letra más personal; Katy aprendió de sus errores amorosos y no está dispuesta a repetirlos, o al menos eso quiere que creamos (Hola, John Mayer). "Doublé Rainbow" tiene el mejor estribillo del todo el disco, y es la canción más adulta del grupo por kilometros. Sobre el tramo final, "Prism" se vuelve más reflexivo y ya desde el título de sus canciones se nota el cambio (By TheGrace Of God, Choose Your Battles, Spiritual). Son canciones para escuchar cuando se acaba la noche y que intentan darle una mirada un poco más espiritual y pensante aunque a mas de uno le den sueño tantas baladas mid tempo juntas. Pero animo, Katy que ya estas cada vez más cerca y que esta vez el resultado te ha quedado bastante parejo. Enhorabuena.

Prism
KATY PERRY


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