'How Big, How Blue, How Beatiful' es el tercer
álbum de estudio de la banda británica FLORENCE and THE MACHINE. Su lanzamiento
se produjo el 1 de junio en el Reino Unido por medio del sello discográfico
Island Records, y es el primer disco de la banda en tres años y medio. Contiene
un total de 11 tracks y fue producido por Markus Dravs.
El álbum abre con la poderosa "Ship to
Wreck", en donde la potencia vocal de Florence Welch nos embriaga sin
resistencia con una encantadora pieza power pop. Le sigue la no menos sanguínea
"What Kind of Man", una melange perfecta de guitarras rockeras,
trompetas y coros calientes. En "How Big, How Blue, How Beatiful" se
ponen demasiados pretenciosos y los excesos llegan hasta usar arreglos de
fanfarria que no logran justificarse en la cantidad de minutos que se extienden
para una canción poco atractiva. En cambio en "Queen of Peace", esos
mismos recursos se vuelven maravillosos y es uno de los mejores momentos del
disco. La tristeza de los vientos y la voz potente se amalgaman de un manera
sublime. Bastante aburrida resulta la minimalísta "Various Stroms and Saints",
en donde su voz es acompañada simplemente por un guitarra eléctrica y algunos
arreglos de cuerdas. Pero con "Delilah" vuelven a conmovernos con un
temazo que empieza lento y luego explota en un pseudo gospel vigoroso. Casi tan
aburrido como un tema de ENYA es "Long and Lost", un track que jamás
despega y se torna insoportable. Por suerte en "Caught" repuntan con
una bonita balada de folk pop que aporta frescura. La energía de "Third
Eye" con esa fuerza casi celta que atrapa desde el principio y no de cae
hasta terminar. En el otro extremo opuesto se ubica "St Jude", una
atmósfera chill out que no aburre a pesar de la simpleza de sonidos que
acompañan la voz. El disco cierra con "Mother", un track psiclotímico
que pasa de la calma a la furia alternadamente y que contó con la producción de Paul Epworth.
Florence & The Machine se las ingenian
para construir un disco con canciones arriesgadas y poco previsibles en donde a
veces pierden la brújula en medio de tanta ambición, pero otras, aciertan y dan
en el blanco. Un disco ideal para los días cortos y fríos de invierno.
How Big, How Blue, How Beatiful
FLORENCE AND THE MACHINE
Calificación: BRUTUS BRUTUS BRUTUS BRUTUS
El anacrónico segundo trabajo solista de
Brandon Flowers, cantante de THE KILLERS, se llama "The Desired
Effect" y contiene en total diez tracks de un pop añejado que pareciera
venir directamente de los años '80. El tema que abre el álbum es "Dreams
Come True", un tema flojísimo que hace desconfiar de los temas que vendrán
luego. Por suerte "Can´t Deny My Love" sube mucho la puntería y por
momentos nos recuerda al alemán Falco y ese pop bailable que tan bien le salía.
Pero es en la genial "I Can Change", donde usa fragmentos de
"Smalltown Boy" de BRONSKI BEAT, en donde deja en claro que el disco
irá por ese sonido de pop ochentoso. En la balada "Still Want You"
nos seduce con ese estilo sutil a lo BRYAN FERRY que lo hace sumamente
cool. Igualmente de atrapante es
"Between Me and You", pero no tanto como "Lonley Town", con
esos teclados tan TOTO que nos transporta a los días de Volver al Futuro. Sube el pulso en la rockera "Diggin Up
The Heart", en donde por momentos se pone el disfraz de BRUCE SPRINGTEEN
robando fragmentos de Footlose. La balada "Never Get You Right", bien
podría ser un éxito perdido de RED SPEEDWEGON. Quizás el tema que más se parece
a lo que hace con su banda actual sea "Untangled Love", un tema menos
vintage y más atractivo de todo el disco. El disco cierra con "The Way
It's Always Been", una bonita balada que resulta un guiño al gran PAUL MC CARTNEY.
Con este álbum Brandon Flowers se manifiesta
un fan musical de los '80, y aunque, la idea no es mala y consigue con éxito
emular el sonido de esos días, también copia lo peor de esa época. Son
canciones sin grandes melodías memorables ni estribillos pegadizos, como si hubiera
armado un disco de grandes fracasos de los 80 en vez de un grandes éxitos.
Quizás lo mejor hubiera sido hacer un disco completo de covers y sacarse las
ganas de vivir ese sonido de una manera plena. Aún así, el disco alcanza
algunos tramos interesantes.
The Desired Effect
BRANDON FLOWERS
Calificación: BRUTUS BRUTUS BRUTUS
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